Navego por diversos mares hacia el horizonte, y en realidad no se si sigo el horizonte u otro camino. He tomando tantos desvíos y en cada uno de ellos he encontrado una infinidad de cosas, miles de historias, miles de lugares, miles de sueños, de anhelos, de deseos, miles de cartas, miles de poemas, miles de frases, en miles de cosas he buscando algo, no se en realidad que es, pero mientras navego por los mares miro la luna, quisiera estar ahí arriba, y desde la luna contemplar la humanidad, contemplar el mar.
De noche es el cielo el que reina, las estrellas iluminan el amplio mar, que ya no tiene ni principio ni final. De día, los rayos de sol se posan en el horizonte, todo parece tomar otro significado.
Leo, leo miles de cosas, un libro, una historia que comenzó hace ya muchas vidas a tras, pero cada vez que la vuelvo a leer descubro algo nuevo y enigmático que al final me hace replantearme todo de nuevo y querer volver a donde mismo había comenzado muchas lunas atrás.
El tiempo, el tiempo parece efímero y una eternidad, su principio y su fin se confunden, por ello deje de lado todo tipo de cosas que pudieran indicarme cuando tiempo llevo navegando en este mar, así que puede ser un día o toda una vida, eso ya no importa más, lo único cierto y real es que ahí esta la luna…y aquí abajo la tierra…
Recuerdo, recuerdo una vida, ¿Cuál de todas?, yo soñaba con cruzar el mar, el decía que estaría al otro lado esperando…siempre estaría esperando hasta que cruzara el mar…en ese instante me lance al mar, sigo soñando con cruzar el mar, tengo la certeza que el estará del otro lado esperándome, por eso no he llegado aun, porque el tampoco ha llegado aun…
Lloraba, desperté llorando, tenia pesadillas, quería un abrazo, la brisa marina me brindo su calor, entonces volví a mirar la luna, anocheció, recordé porque estaba aquí.
Seguí leyendo miles de cosas, miles de cartas, miles de versos escritos al viento, en cada uno de ellos yo quería huir, quería volar lejos donde nadie me alcanzara, donde nadie me hiciera daño, donde nadie me conociera y supiera mi historia, confiando en que el estuviera del otro lado.
Y mientras contemplaba la luna y las muchas estrellas brillantes en lo alto del cielo, quise soñar no con cruzar el mar, sino con estar ahí en la luna, porque que soy una mujer en la luna, teniendo en mi corazón la misma certeza de que el estará ahí, en la luna, o que hallara la forma de llegar hasta ella y protegerme de las tormentas que aparecerán…
Leo una y otra vez la misma carta, con la certeza absoluta de que el mismo que la escribió es el mismo guerrero que se acerca a lo lejos, mientras los rayos del sol iluminan todo y ciegan mis ojos una vez más.
Navego por diversos mares hacia el horizonte, y en realidad no se si sigo el horizonte u otro camino
Lo único que se es que sueño con cruzar el mar, mientras miro la luna, el estará del otro lado esperándome porque estamos separados por miles de vidas y un latido…